Aceite de Girasol
El aceite de girasol es un alimento que se obtiene del prensado de las semillas de la planta de girasol (Helianthus annus), una hermosa flor amarilla que se orienta según la dirección del sol. El aceite de girasol es uno de los más consumidos en el mundo por sus beneficios y propiedades para la salud y la belleza.
Entre las características del aceite de girasol, podemos destacar las siguientes:
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Es líquido a temperatura ambiente y tiene un color amarillo pajizo y un sabor suave.
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Contiene vitamina E, un potente antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres y previene el envejecimiento prematuro de la piel y las enfermedades degenerativas.
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No contiene colesterol ni grasas trans, lo que lo hace más saludable que otros aceites vegetales.
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Tiene un alto punto de humeo, lo que significa que resiste bien las altas temperaturas sin perder sus propiedades ni generar sustancias tóxicas. Por eso es adecuado para freír o cocinar alimentos.
Entre los beneficios del aceite de girasol, podemos mencionar los siguientes:
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Favorece la producción de energía, ya que los ácidos grasos insaturados son una fuente de combustible para las células y facilitan el transporte de oxígeno y nutrientes por la sangre1.
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Mejora la salud intestinal, ya que el aceite de girasol tiene propiedades laxantes y emolientes que favorecen el tránsito intestinal y previenen el estreñimiento. Además, ayuda a mantener la flora bacteriana equilibrada y a prevenir enfermedades como la gastritis, las úlceras o el cáncer de colon.
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Mejora la salud de la piel, ya que el aceite de girasol hidrata, nutre y regenera la piel gracias a su contenido en vitamina E y ácidos grasos insaturados. Además, tiene propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y antisépticas que ayudan a aliviar y curar las irritaciones, las quemaduras o las heridas. El aceite de girasol también se puede usar como aceite portador para otros aceites esenciales con fines cosméticos.
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Mejora la salud del cabello, ya que el aceite de girasol aporta brillo, suavidad y fuerza al cabello gracias a su contenido en vitamina E y ácidos grasos insaturados. Además, previene la sequedad, la caspa y la caída del cabello al nutrir el cuero cabelludo y estimular la circulación sanguínea. El aceite de girasol se puede aplicar directamente sobre el cabello o mezclarlo con otros ingredientes naturales como miel, huevo o yogur para hacer mascarillas capilares.
Como se puede ver, el aceite de girasol es un alimento muy beneficioso para la salud que se puede consumir tanto en crudo como en cocinado.